La Formación Profesional, una evolución sin igual

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La Formación Profesional es el salto hacia la mejor versión profesional de una persona. Cuando aprendamos esa lección estaremos dando a la conocida como FP el valor cualitativo que merece.

Hace 20 años, en solo una de las universidades más importantes del país, había tantos alumnos matriculados como en toda la formación profesional en España

El dato, visto en perspectiva, es demoledor. Pero aún más la extrema frustración que generaba en muchos estudiantes, que se veían abocados a desarrollar profesiones para las que no se habían formado y cuya cualificación no era la adecuada. Afortunadamente, la situación ha empezado a encauzarse, pero aún hay mucho camino que recorrer.

Con este enfoque me he aventurado, junto con otros socios, a construir una propuesta que se adelanta a lo que el nuevo Real Decreto de ordenación e integración de la Formación Profesional va a determinar, esperemos, en el corto plazo.

FP Pro es nuestra manera de entender la educación, por eso, somos una escuela de formación profesional que ofrece formación a las personas que se adentran por primera vez en la profesión, así como a los trabajadores que requieren de una recualificación permanente.

La calidad en la formación empieza por definir de manera clara la diferente tipología de alumnos, hacer llegar a cada uno la oferta que mejor se adapta a sus necesidades y estar en permanente contacto con la empresa, unos pilares base para diseñar una oferta formativa integrada.

No tiene ningún sentido seguir ofreciendo una formación anclada en el pasado, sin tener el foco en el alumno y en la empresa. Nuestro modelo educativo es paidocéntrico, el alumno es el eje de nuestra acción docente.

 

El alumno es el centro de la formación, nuestros docentes parten de los conocimientos previos del alumno, le dan el protagonismo en la escena educativa y construyen todo el itinerario formativo a partir de ahí. Todo esto, sumado a una atención rápida, eficaz e inmediata, que garantice una respuesta clara y precisa, configura la palanca perfecta para que el estudiante sea el talento que necesita cualquier empresa. 

En cualquier sociedad, y en cualquier economía, la inmensa mayoría de los sectores exigen de personal con cualificaciones intermedias en mayor medida que profesionales altamente cualificados.

Por tanto, en las ofertas de empleo, la necesidad de personal laboral siempre será más alta en las profesiones intermedias que en las universitarias. Y, por supuesto, serán casi inexistentes para las personas que no tengan ningún tipo de cualificación.

Las posibilidades de encontrar un empleo y prosperar son, sin lugar a dudas, mucho más altas desde la formación profesional que desde cualquier otra vía.

Sin duda, el Real Decreto, en su fase final previa a la publicación, que desarrolla la Ley Orgánica 3/22 de 31 de marzo, de ordenación e integración de la FP, supone un antes y un después en la formación profesional. Es momento de trabajar en una oferta modular que se adapte a los principios que emanan del Real Decreto, hay que canalizar la oferta modular para ofrecer formación presencial y online permanente a los trabajadores.

La FP tiene alas para seguir volando con medios como las dobles titulaciones, una forma de ofrecer un abanico muy amplio de competencias profesionales y dominar numerosas habilidades a través de itinerarios formativos que permitan cursarlas.

Y como país no podemos olvidarnos de que la etapa de Educación Secundaria Obligatoria es fundamental para orientar a los estudiantes. Una orientación que debe entenderse como una herramienta real de conocimiento y adquisición de destrezas que les van a permitir, no solo continuar sus estudios si lo desean, sino además acceder al mercado laboral como profesionales.

José Amador Sancho, 

Chief Learning Officer en FP Pro.